sábado, 11 de octubre de 2025

 LA CIUDAD DE CÁCERES: EXPERIENCIAS PROFESIONALES VIVIDAS (1975-2025)


2. CLAVES DEL URBANISMO CACEREÑO CONTEMPORÁNEO

A lo largo del lustro 1975-1980, la investigación doctoral y el trabajo de campo me permitieron comprender las claves que modelaron la trama y condicionaron la dinámica evolutiva de los veinte siglos de historia urbana de Cáceres[11].

A partir del planeado molde romano cardo-decumánico, la Ciudad Histórica, conformada por Casco Antiguo intramuros y Centro Histórico extramuros, -dos unidades conceptual, morfológica, social, funcional y espacialmente diferenciadas-, se fue construyendo hasta finales del siglo XIX de forma espontánea, mediante la yuxtaposición y sobreimposición de piezas de arquitecturas singulares por arquitectos estrella, y populares por alarifes anónimos[12].

A mi juicio, siete son las claves interpretativas para la definición de la personalidad urbana contemporánea de Cáceres:

a) Real Audiencia de Extremadura (1791). La implantación de la sede en Cáceres supuso dotar a la ciudad del primer equipamiento jurídico de rango superior y alcance regional que convulsionó la rígida estructura señorial-latifundista-estamental del Antiguo Régimen y favoreció el tránsito a la modernidad contemporánea.

b) Capital provincial (1833). La decisión política de fijar la capital provincial en Cáceres, en dura y controvertida competencia con Plasencia, resuelta por el mayor número de votos de los diputados cacereños en contra de la lógica territorial[13], iba a suponer la centralización monopolista de personas, bienes, equipamientos y servicios terciarios que definirían su futura vocación administrativa-funcionarial. A ello se añadieron en 1834, la ubicación de la Diputación Provincial, tuteladora de los 240 municipios de la Alta Extremadura, y la cabecera del Partido Judicial, de entre los 13 definidas inicialmente, más tarde reducidas a siete.

c) Minería e industria de fosfatos de Aldea Moret / Ferrocarril Madrid-Cáceres-Portugal (MCP’1881) a ella vinculada. Aislada en su economía rural y aletargada en su población (15.000 habitantes) por la crisis finisecular, la villa de Cáceres (convertida de un plumazo en ‘ciudad’ por el despiste del monarca Alfonso XII) se vería sacudida por estos dos incentivos económicos revolucionarios -íntimamente unidos-, que iban a generar profundas transformaciones urbanas fini-decimonónicas. Ambos respondieron a los intereses privados de Segismundo Moret y Prendergast, ministro público y empresario privado al mismo tiempo, por cuyos enjuagues fue apodado con fundamento “el gitano gaditano”. Su única preocupación era la de transportar sus fosfatos de Aldea Moret por ferrocarril hasta el puerto de Lisboa para su exportación a Inglaterra y, en modo alguno, el transporte de viajeros, como demuestra la incomprensible ubicación de la estación de Plasencia-Empalme (Monfragüe) en medio de la dehesa y a 13 km de la ciudad. Desde Aldea Moret a Cáceres llegó un ramal con una pueblerina estación en fondo de saco. La Corporación municipal, encantada, le nombró hijo adoptivo y le dedicó una calle a tan ilustre prócer.

d) Ensanche burgués (1882-1960). Ambos imanes anteriores atrajeron y ordenaron la proyección suroccidental del Ensanche burgués planeado y arbolado. El proyecto de ensanche cacereño supuso la primera oferta racional de crecimiento urbano, bajo principios normativos (Ley de Ensanche de las Poblaciones de 1876 y Reglamento de 1877), urbanísticos (open planning) y administrativos (tutela pública municipal). Se fundamentó en el agotamiento del suelo apto para edificar en la Ciudad Histórica y en la aspiración de las clases acomodadas por superar el congestivo y peligroso contacto con el pueblo llano (epidemias, insalubridad, pobreza, miseria), y disponer de un marco habitacional elitista donde construir la vivienda burguesa, de tipología unifamiliar (ciudad-jardín) o de casa-bloque, asociada a los negocios comerciales en plantas bajas y a las actividades profesionales liberales en las entreplantas y pisos principales. La construcción del Hospital Provincial de Cáceres (1884-1890) sobre suelo de la Diputación Provincial y la ordenación de su manzana fue objeto de estudio por la arquitecta María Victoria Domínguez Serrano[14]. Teniendo como eje vertebrador la Avenida de España y la retícula ortogonal de sus arterias perpendiculares, Avenida Virgen de la Montaña; Avenida Primo de Rivera y Avenida Virgen de Guadalupe[15], el plan de ensanche con su paseo arbolado fue la mejor aportación al urbanismo cacereño contemporáneo por su generosa visión de futuro, porque hoy continúa siendo el centro de gravitación urbana cívico-comercial de una ciudad mediterránea, pulmón verde y generoso espacio público vivido, pero densificado por los volúmenes construidos y muy contaminado. El proyecto, que costó ochenta años materializar (1882-1960), sería renovado, desfigurado, congestionado y prostituido por la especulación en los 30 años siguientes. Corporaciones Municipales sucesivas jamás han reconocido el valor patrimonial urbanístico y arquitectónico de la ciudad-jardín dilapidada[16]. Desde 2023, mi inteligente discípula geógrafa Macarena García Manso realiza su Tesis Doctoral sobre el Ensanche de Cánovas[17], el mejor ejemplo cacereño de urbanismo planeado.

e) Universidad de Extremadura (1973). La implantación del semidistrito cacereño de la Universidad de Extremadura fue otro hito de cambio cultural y socioeconómico desde comienzos de los años 70. La Universidad revitalizó totalmente la vida juvenil de Cáceres[18], fortaleciendo su curriculum patrimonial futuro y activando un barniz cultural inédito hasta entonces por su monótona existencia capitalina, que respondía perfectamente a la crítica de José Ortega y Gasset sobre provincias y capitales en 1931: “Con su capitalita sórdida, lenta, ni cortijo ni corte, donde se pasea un gobernador petulante, donde se cocinan todas las inmundicias políticas y no se emprende nada”[19]. El dislate de planificación urbanística-universitaria[20] en la ciudad de Cáceres es, sin duda, uno de los más singulares del último medio siglo.

f) ‘Ciudad Vieja’, Patrimonio Mundial (1986). La inclusión de la mal llamada ‘Ciudad Vieja’ de Cáceres en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO le aportó a la ciudad un marchamo patrimonial de marca internacional[21], proyectándola como el primer destino turístico-cultural de Extremadura y, en menor medida, nacional e internacional por las carencias de accesibilidad de una ciudad sin alas, por carencia de sistemas de transportes de alta velocidad, AVE y Aeropuerto[22].

Según Carlos Sánchez Franco, entre 1961 y 2018, la ciudad pasó de 48.005 habitantes que residían en 10.600 viviendas sobre 300 hectáreas, a 96.000 habs., en 44.000 viv., sobre 1.500 ha. Se duplicó la población (99,9 %), se triplicó con creces el número de hogares (315 %) y se cuadruplicó la superficie urbana (400 %), lo que tradujo un crecimiento superficial desmesurado, pero sin fundamento económico ni poblacional que lo justificase. Contrapuesta en lo morfológico, innecesariamente densificada, socialmente segregada y funcionalmente polarizada, la ciudad de Cáceres, ayuna de estímulo económico vitalista y especulativamente promovida por agentes inmobiliarios privados en connivencia con los responsables políticos municipales, creció sin proyecto estratégico en mancha de aceite y por fascículos deslavazados de imposible encuadernación[23].


[11] Campesino, A.-J. y Guerrero, M. (1995): Dinámica urbana del Centro Histórico de Cáceres. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 48 p. (Texto de apoyo a la práctica urbana del VII Coloquio Ibérico de Geografía. Portugal-España: Ordenación Territorial del Suroeste Comunitario). (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[12] Campesino, A.-J. (2004): “Cáceres: espacio natural y espacio urbano”, en Dethier, J. (Dir.). Cáceres. El Espíritu de las Ciudades de Europa. Fonds Mercator, Fundación Academia Europea de Yuste, Caja Extremadura, Amberes, pp. 170-185.

[13] Campesino, A.-J. (1990): ”Plasencia-Cáceres: centralidad versus capitalidad en la desorganización territorial de la Alta Extremadura”, en AA. VV. Estudios de Geografía. Homenaje a José Luis Cruz Reyes. Universidad de Salamanca, Salamanca, pp. 231-245.

[14] Domínguez, Mª. V. (2011): El desarrollo urbanístico y dotacional de la ciudad de Cáceres en relación con el patrimonio inmueble de la Diputación Provincial. Trabajo de Investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 66 p. (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[15] García, M. (2016): La Avenida Virgen de Guadalupe (Cáceres) en el contexto del Ensanche cacereño: 1940-2012. Trabajo Fin de Licenciatura. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 118 p. (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[16] Campesino, A.-J. (2024): Arquitecturas cacereñas ‘desamortizadas’ de Ángel Pérez en el Ensanche de Cánovas. Centenario del arquitecto Ángel Pérez Rodríguez. Mesa Redonda II (06/11), Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (COADE), Cáceres. 16 p. (Inédito).

[17] García, M. (2023): El Ensanche de Cánovas en Cáceres: Morfología y Estructura (1881-2021). Tesis Doctoral en curso. Programa de Doctorado en Desarrollo Territorial Sostenible. Departamento de Arte y Ciencias del Territorio, Universidad de Extremadura, Cáceres. (Dirª, Yolanda Fernández Muños; Codirector: Antonio-J. Campesino Fernández.

[18]  Campesino, A.-J. (2021): “Memoria urbana cacereña: Los ¿dorados ochenta?”, en Lobo, P. y Pinilla, A. (Coords.), Movida CC. La movida cacereña 80’S -90’S. Los Autores. Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones. Cáceres. 270 p (6. pp. 75-77).

[19] Ortega, J. (1931): La redención de las provincias y la decencia nacional. Revista de Occidente, Madrid.  

[20] Campesino, A.-J. y Salcedo, J.-C. (2023): “Campus interno Vs. campus periférico: el dislate planificador de la Universidad de Extremadura en Cáceres, Patrimonio Mundial”, en Rueda, A. y Cruz, P. (Eds.). La gestión territorial y el problema de la conservación de los centros históricos y el paisaje. Colección Los Cuadernos de ReUSO, Ed. Dyckinson, S. L., Madrid, pp. 190-201.

[21] Campesino, A.-J. (2009): “Cáceres: gestión reciente de una ciudad del Patrimonio Mundial (1986-2008)”, en De las Rivas, J. L. (Coord.). Actas del Simposio Internacional “Ciudad sobre Ciudad: interferencias entre pasado y presente urbano en Europa”. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, Caja Duero, Valladolid, pp. 291-325.

[22] Fundación Cáceres Capital. (2008): Informe Técnico. Estudio de viabilidad del aeropuerto internacional de Extremadura en Cáceres. Redactores: Campesino, A.-J. (Dir.); Senabre, D.; Salcedo, J.-C.; Sánchez, M. y Rengifo, J. I. Asesores: Herrero, M.; Rama, A. y Guerra, J. FCC, Cáceres. 174 p. (Inédito).

[23] Campesino, A.-J. (2014): “Centros y periferias urbanas: ordenación y desgobierno”, en Lois, R. C. y Miramontes, Á. (Eds.). Reflexiones sobre las ciudades y el sistema urbano en tiempos de crisis. Universidad de Santiago de Compostela, Grupo de Geografía Urbana, de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), Santiago de Compostela, pp. 91-117.

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