CINCUENTA AÑOS DE MI LLEGADA A LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
(1975-2025)
Un mes antes de que Franco decidiera, por fin, morirse el 20 de noviembre de 1975 -primer año democrático triunfal-, llegué a Cáceres para iniciar la docencia geográfica en el Colegio Universitario de la embrionaria Universidad de Extremadura (UEX), por la oferta del entonces Decano-Comisario, D. Ricardo Senabre Sempere, mi profesor de Lengua y Literatura en la irrepetible Universidad de Salamanca del “68” (que en 2018 celebró el 800 Aniversario de su Fundación), y por el consejo de mi jefe D. Ángel Cabo Alonso, Catedrático de Geografía, que me enseñó a saber estar en el mundo y al que le debo lo que soy.
Al Colegio Universitario de la UEX en Cáceres llegué dejando en Salamanca Universidad (con mayúscula), casa puesta y la muy prometedora plaza de profesor numerario de la Escuela de Comercio (reconvertida ya en Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la Universidad de Salamanca), tras mi docencia en el bienio 1973-1975, con unas oposiciones inminentes ya firmadas.
Y desde cero, lejos de cualquier parte y fuera del claustro académico salmantino inicie en octubre de 1975 mi trayectoria académica como Profesor No Numerario (PNN) de Geografía, en el aún incipiente departamento en construcción, junto al profesor Gonzalo Barrientos Alfageme.
Aquí también había llegado en 1973 el historiador y buen amigo Ángel Rodríguez Sánchez, compañero de carrera y de avatares vitales paralelos: profesores de Enseñanza Media en Azpeitia (Guipúzcoa) (1970-1972); Alféreces de Complemento de la IPS en Monte la Reina (Zamora) (1970-1972), y profesores en el Colegio Universitario de la UEX. Desde la nada cacereña, como "paleomayos universitarios del 68", soñamos juntos alcanzar la utopía imposible de llegar a ser catedráticos de universidad.
Me cuesta hablar de mi curriculum
o del “mecachis qué guapo soy”, pero allá va. Los esfuerzos docente e investigador
de la década de los años 80 fueron muy duros, pero muy productivos: de 1975 a
1983, fui PNN y me doctoré en 1980; en diciembre de 1983 obtuve por
macro-concurso público nacional, -celebrado en la Universidad de Alicante-, la
plaza de Profesor Adjunto de Análisis Geográfico Regional de la UEX, y en 1987 en Cáceres la plaza de Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la misma. En 7 años
pasé de doctor a catedrático, algo impensable y difícilmente creíble en estos tiempos fraudulentos de la ANECA… Y la explicación estriba en que los alumnos
de la promoción de Geografía e Historia (1965-1970) de la Facultad de Filosofía
y Letras de la Universidad de Salamanca tuvimos un plantel de profesorado de
lujo[1], posiblemente
el mejor de la rama de Geografía e Historia de todos los tiempos, que nos
exigió trabajar de firme, nos fomento el pensar por libre y nos cualificó para un futuro académico prometedor en un
contexto de oferta abundante.
Patio del Colegio de los Irlandeses o de Fonseca, Universidad de Salamanca
(1995). Conmemoración del 25 aniversario de nuestra promoción de Geografía e
Historia (1970). De izquierda a derecha, D. Manuel Fernández; D. Ángel Cabo; D.
José Luis Martín; D. Miguel Artola; D. José María Blázquez. Discípulos de
primera generación y compañeros de segunda generación (Fortea, Peña, Campesino, José Luis Martín y Ángel Rodríguez).
A la docencia y creación del Departamento de Geografía de Cáceres de la nada se unió en paralelo la dedicación investigadora. Ya había clarificado mi interés temático en mi Memoria de Licenciatura “Coria: Estudio de Geografía Urbana”, dirigida por el Doctor D. Ángel Cabo Alonso y defendida en la Facultad de Filosofía y Letras de Salamanca en septiembre de 1974, como heredero directo de la Escuela de Geografía del maestro de geógrafos Manuel de Terán Álvarez, Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.
Un trabajo desconocido por no publicado, pese a mis fallidos intentos de hacerlo a través de la Obra Cultural de la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres, con el agravante del “extravío” del ejemplar original para su análisis. El argumento genial de la negativa fue que ‘Coria no interesaba nada en Cáceres’. Entonces pude refrendar el axioma de que todo trabajo de investigación inédito es invisible y no existe.
No me supuso desembolso científico el compartir los datos históricos
-demográficos y económicos- de aquella investigación inédita con un historiador de la talla personal y científica del doctor Ángel Rodríguez Sánchez, que, además
de su brillante magisterio como Catedrático de Historia Moderna de la UEX (1986-1989),
tuvo crédito y compromiso para ser concejal socialista en el
Ayuntamiento de Cáceres, antes de su retorno a la Universidad de Salamanca para
ocupar la Cátedra de Historia Moderna (1990-1997) que dejó vacante su jefe D.
Manuel Fernández Álvarez. Su fallecimiento prematuro en 2001 nos privó de una
mente brillante, cerrando así el ciclo vital de la utopía soñada: Catedrático de Universidad y en Salamanca, su tierra.
Años después rescaté y saqué a la luz algunos contenidos demográficos[2] y económicos[3] de aquel primer trabajo investigador pionero de los estudios de Geografía Urbana en Extremadura. La desmembración del texto unitario me impidió acceder a los deseos de su publicación por la Corporación Municipal cauriense. Con ella colaboré desde 1995 a 2019, como representante de la Universidad de Extremadura (UEX) en la Comisión de Seguimiento del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Coria, uno de los seis vigentes que se gestionan en Extremadura de los 31 Conjuntos Históricos declarados, vergonzosamente ayunos de planeamiento. Harto de sufragarme de mi bolsillo los viajes a Coria, renuncié en 2019 a seguir representando a la UEX en dicha Comisión. También había hecho antes lo propio en 2012, como representante de la UEX en la Comisión del Plan Especial de Protección y Rehabilitación Arquitectónica de la Ciudad Cáceres, a la que había pertenecido desde su creación en 1990, pero en este caso por expulsión de la alcaldesa bajo el peregrino argumento de que “ya llevaba demasiado tiempo en la Comisión”.
Seducido por el urbanismo y las arquitecturas cacereñas, invertí los mejores años de la añorada transición (1975-1980) en desentrañar la historia urbana de esta ciudad, objeto de mi Tesis Doctoral, Estructura y Paisaje Urbano de Cáceres, dirigida también por el doctor Cabo Alonso y defendida “cum laude” en el Aula Magna del Palacio de Anaya de la Universidad de Salamanca en octubre de 1980 ante un tribunal de lujo[4]. Con un Doctorado en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca, que entonces imprimía carácter académico internacional, culminaban tres lustros de trayectoria formativa universitaria iniciada en sus aulas en octubre de 1965 y tutelada por un cuadro profesoral irrepetible.
A la Junta Directiva de la Delegación de Cáceres del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura -integrada en 1981 por Diego Ariza Viguera (DEP), Luis González Jiménez, Fernando Hernández Mancha, Miguel Matas Cascos, Isidro Navarro Jiménez y Eleuterio Sánchez Vaca, profesionales de reconocido prestigio-, debo la gratitud impagable de su amistad, el reconocimiento del valor científico de la Tesis Doctoral, el mecenazgo de su impecable publicación, -maquetada por Roberto Turégano del COAM de Madrid-[5] la difusión en ámbitos profesionales de la arquitectura y del urbanismo nacionales e internacionales, absolutamente impensables para mi condición de Profesor Geógrafo No Numerario y, sobre todo, el haberme hecho un hueco en el Gabinete G-2 (Matas y González), donde pude “placearme” en tareas de planeamiento urbanístico a todas las escalas.
Con estos y otros mimbres de Geografía Aplicada profesional trabajé libre e independiente durante 43 años en el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura, a cuya construcción contribuí, sin sometimiento a cargo alguno ni disciplina de partido, y sin haber solicitado jamás una baja por enfermedad, hasta que a los 70 años la Universidad de Extremadura me jubiló forzosamente el 31 de agosto de 2018, sin más honores que dos placas estándar: una de metacrilato por los 25 años de servicio con el escudo de la empresa, y otra por jubilación en “Reconocimiento a mi entrega y dedicación a la Universidad de Extremadura”.
No obstante, este castellano viejo, engendrado en la Zamora duriense del Romancero, quiere dejar claro que debe a la Universidad de Extremadura su trayectoria profesional de las cinco últimas décadas, lo que no sólo es justo admitir como bien nacido, sino necesario para evitar interpretaciones sesgadas a las fundamentaciones críticas que formularé en mis memorias sobre las experiencias urbanísticas vividas durante los últimos 50 años en esta ciudad de Cáceres, que, al presente, sigue manteniéndose errante en su devenir, como los personajes de Luigi Pirandello, en busca de liderazgo político, de proyecto estratégico y de planificación y gestión urbanística, patrimonial y turística.
Advierto a los potenciales lectores que de esta futura exposición de experiencias urbanísticas, vividas con más sombras que luces, no se salva casi nadie...
Cáceres, 1 de octubre de 2025
Antonio-José Campesino Fernández
[1] Profesores como: Ángel Cabo (Geografía); Ricardo Senabre (Lengua y Literatura); Marcelino Legido (Filosofía); Germán S. Ruipérez (Griego); José María Blázquez (Historia Antigua); José Luis Martín (Hª. Medieval); Manuel Fernández (Hª Moderna); Miguel Artola (Hª. Contemporánea); Rafael Laínez (Hª. del Arte), entre otros.
[2] Campesino Antonio-José. (1979): “Dinámica demográfica de un municipio rural cacereño: Coria (1850-1975), en AA. VV. Estudios dedicados a Carlos Callejo Serrano. Separata. Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, pp. 1-19.
Campesino, Antonio-José (1995): “Evolución demográfica
reciente (1960-1991) de una cabecera comarcal: Coria”. Alcántara. Revista del Seminario de Estudios Cacereños, nº 35,
mayo-agosto. Separata. Institución Cultural ‘El Brocense’, Diputación
Provincial de Cáceres, Cáceres, pp. 81-104.
[3] Campesino, Antonio-José. (2014): “Geografía Histórica de la Villa de Coria
(Cáceres) en el Antiguo Régimen·, en Olcina, J. y Rico, A. M. (Coords). Libro Jubilar en Homenaje al Profesor Antonio Gil Olcina.
Autores.
Instituto Interuniversitario de Geografía, Universidad de Alicante, Alicante,
pp. 819-837.
[4] Tribunal de la Tesis Doctoral: Dr. Ángel Cabo Alonso; Dr. Eduardo Martínez de Pisón Stampa; Drª. Josefina Gómez Mendoza; Drª Luisa María Frutos Mejías; Dr. Eugenio García Zarza.
[5] Campesino, Antonio-José. (1982): Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Delegación de Cáceres, COAM, Madrid. 375 p.
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