domingo, 26 de octubre de 2025

 LA CIUDAD DE CÁCERES: EXPERIENCIAS PROFESIONALES VIVIDAS (1975-2025)


3.2. Plan Especial de Reforma Interior (PERI CCH-30-I) Ribera del Marco   (1981)

La Ribera del Marco es la zona urbana depositaria de todas las señas históricas de identidad de la ciudad, pese a la incomprensión de los políticos y de los cacereños, que no acaban de comprender que esa cornisa oriental urbana es la auténtica fachada histórica de Cáceres.

La cubeta cárstica del Calerizo rebosa naturalmente por la escorrentía continua del Marco, que se encaja en el fondo de la fosa tectónica de la Ribera. En los contactos alternantes de cuarcitas y pizarras surgen afloramientos de acuíferos, convertidos en fuentes (del Marco, Concejo, Rocha…). 

A su vez, dicho corredor canalizó el discurso -nada claro- del trazado perimetral de la Vía de la Plata por el flanco oriental de la ciudad y generó en torno al agua, factor básico de poblamiento, y de los suelos cultivables del fondo de la Ribera la eclosión del Barrio de Fuente Concejo (XIV). 

La fuente homónima que abasteció de agua potable a la ciudad durante siglos no ha merecido aún, increíblemente, el reconocimiento de su valor patrimonial. Cáceres está en deuda con la Ribera del Marco por haber aglutinado todas las actividades de la economía urbana medieval-renacentista, concitando usos agro-ganaderos y menestrales (curtidores, molineros, laneros, aguadoras, lavanderas…), con actividades vinculadas al único curso estable de agua excedentaria. Su insignificante caudal no fue óbice para producir toponimias grandilocuentes (Mira al Río y Puerta del Río) en la Norba concebida sin río, imperdonable anomalía histórica de una fundación romana, ensartada por esa razón de peso como una cuenta menor en el rosario de asentamientos de la Vía de la Plata.

Desde que a finales del siglo XV la ciudad promoviera su sventramento por la fachada opuesta, la occidental, y convirtiera la Plaza Mayor del XVI en nuevo centro de gravedad urbana y rótula de pivotaje entre la ciudad intramuros hermética y la ciudad extramuros abierta y radial, la ciudad dio la espalda a perpetuidad a este sector de mediodía, convirtiéndose la Ribera del Marco en la trastienda pobre, marginal y marginada de la Ciudad Monumental. 

Para cualquier observador imparcial y profesional, el interés paisajístico, urbanístico y arquitectónico de la Ribera del Marco no admite discusión. Bajo las moles dominantes de las arquitecturas hidalgas de la ciudad alta, se disponen dominadas las casitas populares pecheras de la ciudad baja que, amoldadas a las curvas de nivel, se derraman en ladera hasta el fondo de la Ribera, con juegos de volúmenes, colores y texturas diferenciadas. Topografía formal íntimamente unida a la topografía social estamental, con la protección de la cerca murada como elemento diferenciador del dentro/fuera.

El abandono histórico de la Ribera del Marco creyó invertir su tendencia en 1981 con la redacción del Plan Especial de Reforma Interior de la Ribera del Marco (PERI Sector CC-H-30-I)[26], figura de planeamiento de desarrollo prevista por el PGOU’1975-1985. 

Realizamos un buen trabajo de análisis, diagnóstico y propuestas de rehabilitación integrada, con soluciones dotacionales como la del parque perimetral que por San Blas pudiera conectar con el Paseo Alto, Aguas Vivas y Parque del Príncipe, a modo de cinturón verde de protección ambiental del Centro Histórico. 

No sirvieron de nada, porque el documento se desestimó y abandonó por las Corporaciones municipales. Y ello, pese a ser una zona emblemática de encuentro anual obligado entre el Santuario de la Virgen de la Montaña y la concatedral de Santa María en el proceso de traslado primaveral de la Patrona de Cáceres. 

Tarde y a destiempo, nuestras propuestas de ordenación de la Ribera del Marco (BOP 27-01-1982) serían asumidas por el Plan Especial de Protección y Revitalización del Patrimonio Arquitectónico de la Ciudad de Cáceres (PEPRPACC’1987-1990), cuando ya estaban absolutamente obsoletas.

Volveremos sobre el tema, porque es continuo y recurrente, como el agua del Calerizo.

Fig. 3. PERI de la Ribera del Marco. Fuente: Gabinete G-2 (Matas y González).


[26] Matas, M.; González, L.; Ariza, D.; Campesino, A.-J. (1981): Plan Especial de Reforma Interior (PERI) “Ribera del Marco” de Cáceres. Sector CCH-30-I del Plan General de Ordenación Urbana de 1975. Ayuntamiento de Cáceres, Cáceres. (Gabinete G-2).

sábado, 18 de octubre de 2025

 LA CIUDAD DE CÁCERES: EXPERIENCIAS PROFESIONALES VIVIDAS (1975-2025)


3. PGOU'1975, VIGENTE HASTA 1997

Las experiencias profesionales vividas, que serán detalladas en sucesivas entregas con un discurso cronológico, se insertarán dentro de los tres Planes Generales de Ordenación Urbana con los que se pretendió ordenar la Cáceres democrática: (PGOU’1975-1997); (PGOU’1998-2009) y (PGM’2010-2025)

En 1961, Cáceres censaba 48.005 habitantes con densidad media de 229,7 hab./ha. En 1975, la ciudad contaba con 10.839 nuevos moradores (+22,6 %), que situaron la población en 58.844 habitantes de hecho -lo que puedo atestiguar, porque los extraje uno a uno a dedo del Padrón de Habitantes-, de los que 53.000 (90 %) residían en el casco urbano consolidado, con densidad media de 85,5 hab./ha edificada.

En 1961, Cáceres se asentaba sobre un área urbana de 312,8 ha, con 10.600 viviendas. En 1975 la superficie se elevaba a 623,65 ha, con 18.402 viviendas[24]. Las 7.802 nuevas viviendas (+73,6 %) ocuparon 310,9 nuevas hectáreas (+99,4 %). En los tres lustros trascurridos, la superficie urbanizada casi duplicaba la de 1961, pero la población sólo había crecido un 22,6 % (muy lejos de la generosa proyección demográfica de 62.000 habitantes prevista por el PGOU’1961 para 1970), y las viviendas habían aumentado en un 64,5 %.

Entre el PGOU de 1961[25] y el de 1975 se crearon 112 ha de suelo planeado residencial, 22 ha de suelo industrial y 42,6 ha de verde y deportivo y se aprobaron los Planes Parciales siguientes: Peña del Cura, (21 de mayo de 1964); La Madrila (5 de junio de 1967); Los Fratres (26 de mayo de 1969), y Dehesa de los Caballos (29 de mayo de 1970).

En 1975 terminó la vigencia del PGOU'1961. Un par de años antes (15/05/1973)el Ayuntamiento  encargó su revisión al equipo AUR (Estudios de Arquitectura, Planificación Urbana y Regional), dirigido por los arquitectos Francisco Fernández Longoria y Genaro Alas Rodríguez, que produjeron el desarrollista PGOU’1975, con la mala fortuna de que la redacción del documento de planeamiento se anticipó a la aprobación del nuevo marco legal urbanístico de la Ley de Suelo y Ordenación Urbana de 1975, quedando desfasado de antemano.

De 1975 a 1997, -según (Chautón, 2004; p. 20)-, se aprobaron 20 Planes Parciales: Cabezarrubia (09/04/1975) y Polígono Industrial de Las Capellanías (1975); Las Acacias (19/04/1977); Aldea Moret (21/11/1978); Isabel de Moctezuma (17/07/1979); La Hispanidad (17/07/1979); La Sierrilla (28/05/1982); La Mejostilla (28/05/1982); Capitán Luna (08/07/1983); Los Castellanos (10/02/1984); R-66 (10/02/1984); Los Rosales (13/04/1984); Las Candelas (10/05/1985); Campus Universidad (09/05/1986); Temis (28/06/1991); Nuevo Cáceres (28 de junio de 1991); El Vivero (11 de febrero de 1993); Campofrío (09/02/1995); Ceres Golf (19/09/1996); La Cañada (13/03/1997) y El Perú (12/06/1997).

 

3.1. Informes técnicos para el (PGOU’1975-1985)

La primera oferta de mi participación profesional se produjo en octubre de 1975, casi en paralelo al traslado de muebles y desembarco de libros desde Salamanca a Cáceres. Como profesor geógrafo de la UEX, en la fase de Avance del PGOU de 1975 y dentro de la Memoria de Información Urbanística, emití tres informes: 1) Estructura urbana (Tomo II); 2) Estudio geotécnico (Tomo III) y Desarrollo Social y Económico (Tomo IV). Recuerdo que las sesiones de debate público tuvieron lugar en un salón del desaparecido Hotel Extremadura, del que ni la fachada mereció el respeto de su conservación por la empresa Pinilla y, menos aún, el hermoso jardín arbolado interior -heredado del antiguo chalet de los Acha, sito en la calle San Pedro de Alcántara, esquina a Virgen de Guadalupe-, que despertaba la admiración del forastero, cuando tras subir dos plantas en ascensor y cruzar la cafetería, ésta se abría a un “jardín colgante” con piscina, un pulmón vegetal en medio del periclitado ensanche burgués cacereño, reliquia de la ciudad-jardín que fue y de la que nada queda.

En mis informes sobre el Modelo Urbano hice notar que, pese a la profesionalidad reconocida de Fernández Longoria, el PGOU de 1975 se había redactado bajo presupuestos propios del “urbanismo de los polígonos", a base de repoblación de bloques aislados ajenos al Centro Histórico y reminiscencias metropolitanas exógenas -influido el arquitecto por el Plan General de Caracas que acababa de redactar-, antitéticas con el perfil horizontal de la ciudad de la Ciudad Histórica de Cáceres. Al desarrollismo horizontal se superponía el vertical, dado que ser ciudad equivalía entonces a poseer “rascacielos”, tales como el Edificio Coliseum (1962), de 12 plantas, y la Torre de Cáceres (1963) con 14 plantas y 50 pisos.

Con respecto al Medio Físico, me mostré contrario a reiterar la expansión superficial de Cáceres sobre la cubeta cárstica del Calerizo, declarada suelo de reserva urbana por el PGOU'1961, una aberración constructiva por los problemas geotécnicos de cimentación, existiendo 1.700 km2 de término municipal paleozoico de granitos, pizarras y cuarcitas. El informe geotécnico del PGOU’1975 declaraba: “… Afortunadamente, la localización de suelos cársticos es muy concreta, en forma de media luna en el SE del nuevo ensanche urbano y deja en el eje de la media luna lugar adecuado para una urbanización sin problemas…”. Fuimos testigos de los problemas de cimentación, de los hm3 de agua que se bombearon, de los rellenos de las oquedades con neumáticos usados, de las masivas inyecciones de hormigón a la caliza, de las parrillas de cimentación y de otras sutilezas constructivas varias.

Desmonté las utópicas proyecciones demográficas de ensueño de los “analistas” del PGOU que auguraban ¡205.386 habitantes para 1990!, (conocedores de que en los 15 años desarrollistas anteriores Cáceres tan sólo había ganado 10.893 habs.). Bloqueada ya en su crecimiento por el cierre de la industria de fosfatos (1960) y la crisis económica general desde 1973, las proyecciones eran de fantasía animada, como demostró la realidad del censo de 1991 (74.589 habs.). Tales falsedades deliberadas tenían como único fundamento especulativo justificar la programación de 2.469 ha de nuevo suelo urbanizable hasta alcanzar la hiperbólica cifra de 3.260 ha de suelo urbanizado, unido al sobredimensionamiento de viales de circunvalación con proyectos tan dementes como el scalextric sobre pilotes entre la Plaza de Colón y la N-521 volando por la Sierra de la Mosca y el Santuario de la Virgen de la Montaña… por valor de 40.000 millones de pesetas a cargo del MOPU y otras fábulas del cuento de la lechera.

Fig. 2. Cáceres PGOU’1975. SIG. Fuente: (Chautón, 2004).

Los problemas esenciales de la estructura urbana cacereña que intentó resolver el PGOU'1975, agravándolos, fueron: la elevada e innecesaria concentración y densificación asiática (700 hab./ha en Antonio Hurtado); el desigual grado de especialización funcional, y la muy deficiente accesibilidad. Tales defectos proyectuales de fondo, unidos a la circunstancia legal adversa de encontrarse el PGOU desfasado de antemano, al no ajustarse a las directrices normativas de la revisada Ley 19/1975, de 2 de mayo, sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, ni al posterior Real Decreto 1.346/1976, de 9 de abril, que aprobó el Texto Refundido de la LRSOU, produjeron una penosa tramitación administrativa, ya que, inicialmente fue aprobado el 15 de febrero de 1977, pero, al dejar en suspenso la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Medio Ambiente (COPUMA) de la Junta de Extremadura la aprobación del macro-suelo urbanizable injustificado, no conseguiría la aprobación definitiva hasta el 14 de noviembre de 1985.

Como hago constar en la contraportada de mi tesis doctoral, el diagnóstico de Cáceres en 1975 fue el de una ciudad de contrastada dicotomía: de un lado, el Casco Antiguo o núcleo genético más homogéneo de arquitectura civil gótico-renacentista europea, como museo de piedra desvitalizado, inserto en un Centro Histórico en deterioro progresivo, formal, social y funcional por su envejecimiento y abandono, y, de otro, el ensanche moderno renovado por la especulación de los últimos tres lustros, un segundo “Cáceres monumental” cuajado de tensiones sin control: suelo caro por inexistente, déficit de 6.000 viviendas sociales frente a 3.000 cerradas y abandonadas, alquileres desorbitados, equipamientos embrionarios y ausencia de calidad de vida urbana.


[24] El régimen de tenencia de las viviendas en 1975 arrojaba la siguiente distribución: 49 % en propiedad; 39 % en alquiler y el 11 % destinadas a otros usos (Campesino, 1982; p. 329).

[25] El primer Plan General de Ordenación Urbana de Cáceres, redactado por Rodolfo García-Pablos y Vicente Candela, fue aprobado el 4 de noviembre de 1961.


sábado, 11 de octubre de 2025

 LA CIUDAD DE CÁCERES: EXPERIENCIAS PROFESIONALES VIVIDAS (1975-2025)


2. CLAVES DEL URBANISMO CACEREÑO CONTEMPORÁNEO

A lo largo del lustro 1975-1980, la investigación doctoral y el trabajo de campo me permitieron comprender las claves que modelaron la trama y condicionaron la dinámica evolutiva de los veinte siglos de historia urbana de Cáceres[11].

A partir del planeado molde romano cardo-decumánico, la Ciudad Histórica, conformada por Casco Antiguo intramuros y Centro Histórico extramuros, -dos unidades conceptual, morfológica, social, funcional y espacialmente diferenciadas-, se fue construyendo hasta finales del siglo XIX de forma espontánea, mediante la yuxtaposición y sobreimposición de piezas de arquitecturas singulares por arquitectos estrella, y populares por alarifes anónimos[12].

A mi juicio, siete son las claves interpretativas para la definición de la personalidad urbana contemporánea de Cáceres:

a) Real Audiencia de Extremadura (1791). La implantación de la sede en Cáceres supuso dotar a la ciudad del primer equipamiento jurídico de rango superior y alcance regional que convulsionó la rígida estructura señorial-latifundista-estamental del Antiguo Régimen y favoreció el tránsito a la modernidad contemporánea.

b) Capital provincial (1833). La decisión política de fijar la capital provincial en Cáceres, en dura y controvertida competencia con Plasencia, resuelta por el mayor número de votos de los diputados cacereños en contra de la lógica territorial[13], iba a suponer la centralización monopolista de personas, bienes, equipamientos y servicios terciarios que definirían su futura vocación administrativa-funcionarial. A ello se añadieron en 1834, la ubicación de la Diputación Provincial, tuteladora de los 240 municipios de la Alta Extremadura, y la cabecera del Partido Judicial, de entre los 13 definidas inicialmente, más tarde reducidas a siete.

c) Minería e industria de fosfatos de Aldea Moret / Ferrocarril Madrid-Cáceres-Portugal (MCP’1881) a ella vinculada. Aislada en su economía rural y aletargada en su población (15.000 habitantes) por la crisis finisecular, la villa de Cáceres (convertida de un plumazo en ‘ciudad’ por el despiste del monarca Alfonso XII) se vería sacudida por estos dos incentivos económicos revolucionarios -íntimamente unidos-, que iban a generar profundas transformaciones urbanas fini-decimonónicas. Ambos respondieron a los intereses privados de Segismundo Moret y Prendergast, ministro público y empresario privado al mismo tiempo, por cuyos enjuagues fue apodado con fundamento “el gitano gaditano”. Su única preocupación era la de transportar sus fosfatos de Aldea Moret por ferrocarril hasta el puerto de Lisboa para su exportación a Inglaterra y, en modo alguno, el transporte de viajeros, como demuestra la incomprensible ubicación de la estación de Plasencia-Empalme (Monfragüe) en medio de la dehesa y a 13 km de la ciudad. Desde Aldea Moret a Cáceres llegó un ramal con una pueblerina estación en fondo de saco. La Corporación municipal, encantada, le nombró hijo adoptivo y le dedicó una calle a tan ilustre prócer.

d) Ensanche burgués (1882-1960). Ambos imanes anteriores atrajeron y ordenaron la proyección suroccidental del Ensanche burgués planeado y arbolado. El proyecto de ensanche cacereño supuso la primera oferta racional de crecimiento urbano, bajo principios normativos (Ley de Ensanche de las Poblaciones de 1876 y Reglamento de 1877), urbanísticos (open planning) y administrativos (tutela pública municipal). Se fundamentó en el agotamiento del suelo apto para edificar en la Ciudad Histórica y en la aspiración de las clases acomodadas por superar el congestivo y peligroso contacto con el pueblo llano (epidemias, insalubridad, pobreza, miseria), y disponer de un marco habitacional elitista donde construir la vivienda burguesa, de tipología unifamiliar (ciudad-jardín) o de casa-bloque, asociada a los negocios comerciales en plantas bajas y a las actividades profesionales liberales en las entreplantas y pisos principales. La construcción del Hospital Provincial de Cáceres (1884-1890) sobre suelo de la Diputación Provincial y la ordenación de su manzana fue objeto de estudio por la arquitecta María Victoria Domínguez Serrano[14]. Teniendo como eje vertebrador la Avenida de España y la retícula ortogonal de sus arterias perpendiculares, Avenida Virgen de la Montaña; Avenida Primo de Rivera y Avenida Virgen de Guadalupe[15], el plan de ensanche con su paseo arbolado fue la mejor aportación al urbanismo cacereño contemporáneo por su generosa visión de futuro, porque hoy continúa siendo el centro de gravitación urbana cívico-comercial de una ciudad mediterránea, pulmón verde y generoso espacio público vivido, pero densificado por los volúmenes construidos y muy contaminado. El proyecto, que costó ochenta años materializar (1882-1960), sería renovado, desfigurado, congestionado y prostituido por la especulación en los 30 años siguientes. Corporaciones Municipales sucesivas jamás han reconocido el valor patrimonial urbanístico y arquitectónico de la ciudad-jardín dilapidada[16]. Desde 2023, mi inteligente discípula geógrafa Macarena García Manso realiza su Tesis Doctoral sobre el Ensanche de Cánovas[17], el mejor ejemplo cacereño de urbanismo planeado.

e) Universidad de Extremadura (1973). La implantación del semidistrito cacereño de la Universidad de Extremadura fue otro hito de cambio cultural y socioeconómico desde comienzos de los años 70. La Universidad revitalizó totalmente la vida juvenil de Cáceres[18], fortaleciendo su curriculum patrimonial futuro y activando un barniz cultural inédito hasta entonces por su monótona existencia capitalina, que respondía perfectamente a la crítica de José Ortega y Gasset sobre provincias y capitales en 1931: “Con su capitalita sórdida, lenta, ni cortijo ni corte, donde se pasea un gobernador petulante, donde se cocinan todas las inmundicias políticas y no se emprende nada”[19]. El dislate de planificación urbanística-universitaria[20] en la ciudad de Cáceres es, sin duda, uno de los más singulares del último medio siglo.

f) ‘Ciudad Vieja’, Patrimonio Mundial (1986). La inclusión de la mal llamada ‘Ciudad Vieja’ de Cáceres en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO le aportó a la ciudad un marchamo patrimonial de marca internacional[21], proyectándola como el primer destino turístico-cultural de Extremadura y, en menor medida, nacional e internacional por las carencias de accesibilidad de una ciudad sin alas, por carencia de sistemas de transportes de alta velocidad, AVE y Aeropuerto[22].

Según Carlos Sánchez Franco y mi tesis doctoral, entre 1961 y 2018, la ciudad pasó de 48.005 habitantes que residían en 10.600 viviendas sobre 312,8 hectáreas, a 96.000 habs., en 44.000 viv., sobre 1.500 ha. Se duplicó la población (99,9 %), se triplicó con creces el número de hogares (315 %) y casi se cuadruplicó la superficie urbana (379,5 %), lo que tradujo un crecimiento superficial desmesurado, pero sin fundamento económico ni poblacional que lo justificase. Contrapuesta en lo morfológico, innecesariamente densificada, socialmente segregada y funcionalmente polarizada, la ciudad de Cáceres, ayuna de estímulo económico vitalista y especulativamente promovida por agentes inmobiliarios privados en connivencia con los responsables políticos municipales, creció sin proyecto estratégico en mancha de aceite y por fascículos deslavazados de imposible encuadernación[23].


[11] Campesino, A.-J. y Guerrero, M. (1995): Dinámica urbana del Centro Histórico de Cáceres. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 48 p. (Texto de apoyo a la práctica urbana del VII Coloquio Ibérico de Geografía. Portugal-España: Ordenación Territorial del Suroeste Comunitario). (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[12] Campesino, A.-J. (2004): “Cáceres: espacio natural y espacio urbano”, en Dethier, J. (Dir.). Cáceres. El Espíritu de las Ciudades de Europa. Fonds Mercator, Fundación Academia Europea de Yuste, Caja Extremadura, Amberes, pp. 170-185.

[13] Campesino, A.-J. (1990): ”Plasencia-Cáceres: centralidad versus capitalidad en la desorganización territorial de la Alta Extremadura”, en AA. VV. Estudios de Geografía. Homenaje a José Luis Cruz Reyes. Universidad de Salamanca, Salamanca, pp. 231-245.

[14] Domínguez, Mª. V. (2011): El desarrollo urbanístico y dotacional de la ciudad de Cáceres en relación con el patrimonio inmueble de la Diputación Provincial. Trabajo de Investigación para la obtención del Diploma de Estudios Avanzados (DEA). Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 66 p. (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[15] García, M. (2016): La Avenida Virgen de Guadalupe (Cáceres) en el contexto del Ensanche cacereño: 1940-2012. Trabajo Fin de Licenciatura. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Cáceres. 118 p. (Dir. Antonio-J. Campesino). (Inédito).

[16] Campesino, A.-J. (2024): Arquitecturas cacereñas ‘desamortizadas’ de Ángel Pérez en el Ensanche de Cánovas. Centenario del arquitecto Ángel Pérez Rodríguez. Mesa Redonda II (06/11), Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (COADE), Cáceres. 16 p. (Inédito).

[17] García, M. (2023): El Ensanche de Cánovas en Cáceres: Morfología y Estructura (1881-2021). Tesis Doctoral en curso. Programa de Doctorado en Desarrollo Territorial Sostenible. Departamento de Arte y Ciencias del Territorio, Universidad de Extremadura, Cáceres. (Dirª, Yolanda Fernández Muños; Codirector: Antonio-J. Campesino Fernández.

[18]  Campesino, A.-J. (2021): “Memoria urbana cacereña: Los ¿dorados ochenta?”, en Lobo, P. y Pinilla, A. (Coords.), Movida CC. La movida cacereña 80’S -90’S. Los Autores. Universidad de Extremadura, Servicio de Publicaciones. Cáceres. 270 p (6. pp. 75-77).

[19] Ortega, J. (1931): La redención de las provincias y la decencia nacional. Revista de Occidente, Madrid.  

[20] Campesino, A.-J. y Salcedo, J.-C. (2023): “Campus interno Vs. campus periférico: el dislate planificador de la Universidad de Extremadura en Cáceres, Patrimonio Mundial”, en Rueda, A. y Cruz, P. (Eds.). La gestión territorial y el problema de la conservación de los centros históricos y el paisaje. Colección Los Cuadernos de ReUSO, Ed. Dyckinson, S. L., Madrid, pp. 190-201.

[21] Campesino, A.-J. (2009): “Cáceres: gestión reciente de una ciudad del Patrimonio Mundial (1986-2008)”, en De las Rivas, J. L. (Coord.). Actas del Simposio Internacional “Ciudad sobre Ciudad: interferencias entre pasado y presente urbano en Europa”. Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León, Caja Duero, Valladolid, pp. 291-325.

[22] Fundación Cáceres Capital. (2008): Informe Técnico. Estudio de viabilidad del aeropuerto internacional de Extremadura en Cáceres. Redactores: Campesino, A.-J. (Dir.); Senabre, D.; Salcedo, J.-C.; Sánchez, M. y Rengifo, J. I. Asesores: Herrero, M.; Rama, A. y Guerra, J. FCC, Cáceres. 174 p. (Inédito).

[23] Campesino, A.-J. (2014): “Centros y periferias urbanas: ordenación y desgobierno”, en Lois, R. C. y Miramontes, Á. (Eds.). Reflexiones sobre las ciudades y el sistema urbano en tiempos de crisis. Universidad de Santiago de Compostela, Grupo de Geografía Urbana, de la Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), Santiago de Compostela, pp. 91-117.

sábado, 4 de octubre de 2025

 

LA CIUDAD DE CÁCERES: EXPERIENCIAS PROFESIONALES VIVIDAS (1975-2025) 

 Recuperar la Memoria Urbana resultará ofensivo para algunos; no hacerlo sería nocivo para todos.

Antonio-José Campesino Fernández 


1. INTRODUCCIÓN

Medio siglo de docencia, investigación y práctica profesional[1] sobre la ciudad de Cáceres en el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura, me permite tener hoy la suficiente perspectiva temporal sedimentada para analizar los avatares del urbanismo, del patrimonio y del turismo en la ciudad de Cáceres, a través de las políticas, planes y proyectos que los impulsaron, haciendo referencia, únicamente, en los procesos en los que participé con mis experiencias vividas paso a paso.

Mi tesis doctoral, defendida en mi Universidad de Salamanca en 1980 y publicada por el Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (COADE) en 1982[2], fue elaborada con metodología de Geografía Urbana Histórica y fundamentos humanistas de la Escuela de D. Manuel de Terán Álvarez -heredera directa de la Institución Libre de Enseñanza-, pero concluyó su análisis en 1975.

La conjunción de tareas urbanas, docentes e investigadoras, en Cáceres y sobre Cáceres, precipitó de forma natural el compromiso con la acción, con la Geografía profesional Aplicada a la planificación urbanística[3] de la ciudad y del territorio de influencia[4], con espíritu de geógrafo de la generación del “68”, crítico, independiente y “libertario”[5] -léase, sin jefe-, porque pude ser mi propio jefe autodisciplinado-, fundamentos que hago constar en el frontispicio del Blog de Campesino https://ajcampesino,blogspot.com

Fui consciente de que abordar la dinámica futura de los espacios urbanos planeados a partir de 1975 exigía una preparación urbanística interdisciplinar, de la que yo entonces carecía[6], competencias que tuve que adquirir[7]. Esta tarea bien merecía una tesis doctoral mucho más técnica con conocimientos trasversales y primer soporte SIG, realizado por el Dr. José Manuel Sánchez Martín en 1999[8]. Razón por la cual reservé el tema de la producción urbanística de la ciudad de Cáceres a partir de 1975 para el geógrafo Adolfo Chautón Pérez, discípulo muy solvente que en su Trabajo de Doctorado sobre “La gestión municipal de los Planes Democráticos de la ciudad de Cáceres: 1975-2000”[9] digitalizó por vez primera los Planes Generales y los Planes Parciales como preámbulo a la elaboración de su Tesis Doctoral, que por motivos personales debió abandonar.

Fig. 1. Cáceres por vez primera en un SIG. Fuente: (Campesino y Sánchez, 1999).

Finalmente, traspasé el tema al competente arquitecto municipal Carlos Sánchez Franco quien abordó durante cinco años su tesis doctoral de madurez[10], bajo la dirección de los doctores Campesino y Salcedo, y la defendió el 28 de junio de 2021 en el Palacio de Camarena, sede del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura (COADE), con la calificación de “cum laude”, otorgada por los doctores José Fariña Tojo (DEP), Juan Luis de las Rivas Sanz y Víctor Jiménez Barrado.


[1] Lois, R. C. y Rullán, O. (Eds.). (2019): Planificando desde la geografía profesional. Estudios en homenaje a Antonio-J. Campesino. Universidad de Santiago de Compostela, Grupo de Análise Territorial (ANTE), Santiago. 271 p.

[2] Campesino, A.-J. (1982): Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Delegación de Cáceres, COAM, Madrid. 375 p.

[3] Campesino, A.-J. (1985): “El geógrafo en el planeamiento urbano”. Boletín de la Asociación de Geógrafos Españoles. 2ª época, Vol. 2. Asociación de Geógrafos Españoles (AGE), Tarragona, pp. 24-35.

[4] Campesino, A.-J.; Jiménez, E.; Linares, P.; Martín, D.; Niso, D.-J. (1979): “El área de influencia urbana de Cáceres, a partir de la red regular de transportes públicos de viajeros por carretera”, en Barceló, B. (Dir.). Actas del VI Coloquio de Geografía. AGE y Departamento de Geografía de Palma de Mallorca, Palma de Mallorca, pp. 505-514.

[5] En el encabezamiento del Blog de Campesino, queda perfectamente definida mi personalidad: “Con-ciencia crítica universitaria, con libertad de cátedra, sin disciplina de partido y talante comunero de Villalar”.

[7] Campesino, A.-J. (2005): El geógrafo en el planeamiento urbano: avatares de una conquista profesional. Conferencia impartida en la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco (UPV) el 24 de noviembre. Vitoria-Gasteiz. 17 p. (Inédita).

[8] El Dr. José Manuel Sánchez Martín, hoy Catedrático de Geografía Humana de la UEX, fue el primero en digitalizar la ciudad de Cáceres mediante un SIG, con ocasión del artículo compartido Campesino, A.-J. y Sánchez, J. M. (1999): “Comercio y Turismo en el Centro Histórico de Cáceres. Aplicaciones estratégicas de un SIG”, en Campesino, A.-J. (Coord.). Comercio, Turismo y Cambios Funcionales en las Ciudades Españolas, Patrimonio de la Humanidad. Cámara Oficial de Comercio e Industria de Cáceres, Cáceres, pp. 13-59.

[9] Chautón, A. (2004): Análisis de la gestión municipal del Planeamiento Urbanístico de la ciudad de Cáceres. Los Planes democráticos 1975-2000. Programa en Doctorado: Desarrollo Territorial Sostenible. Bienio 2001-2003. Línea de Investigación: Ordenación del Territorio y Desarrollo Sostenible. Área de Conocimiento: Análisis Geográfico Regional. Tutor. Dr. Antonio-José Campesino Fernández. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, Universidad de Extremadura, Cáceres. 107 p. 30 de septiembre (Inédito).

[10] Sánchez, C. (2021): El desarrollo urbano de Cáceres, a través de su planeamiento (1961-2018). Tesis Doctoral. Programa de Doctorado en Desarrollo Territorial Sostenible (UEX). (Dirs. Antonio-José Campesino Fernández y José Carlos Salcedo Hernández). Defendida el 26 de junio de 2021 y calificada “cum laude” 

miércoles, 1 de octubre de 2025

 

CINCUENTA AÑOS DE MI ACCESO A LA UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA 

(1975-2025)


Un mes antes de que Franco decidiera, por fin, morirse el 20 de noviembre de 1975 -primer año democrático triunfal-, llegué a Cáceres para iniciar la docencia geográfica en el Colegio Universitario de la embrionaria Universidad de Extremadura (UEX), por la oferta del entonces Decano-Comisario, D. Ricardo Senabre Sempere, mi profesor de Lengua y Literatura en la irrepetible Universidad de Salamanca del “68” (que en 2018 celebró el 800 Aniversario de su Fundación), y por el consejo de mi jefe D. Ángel Cabo Alonso, Catedrático de Geografía, que me enseñó a saber estar en el mundo y al que le debo lo que soy.

Al Colegio Universitario de la UEX en Cáceres llegué dejando en Salamanca Universidad (con mayúscula), casa puesta y la muy prometedora plaza de profesor numerario de la Escuela de Comercio (reconvertida ya en Escuela Universitaria de Estudios Empresariales de la Universidad de Salamanca), tras mi docencia en el bienio 1973-1975, con unas oposiciones inminentes ya firmadas.

Y desde cero, lejos de cualquier parte y fuera del claustro académico salmantino inicie en octubre de 1975 mi trayectoria académica como Profesor No Numerario (PNN) de Geografía, en el aún incipiente departamento en construcción, junto al profesor Gonzalo Barrientos Alfageme.

Aquí también había llegado en 1973 el historiador y buen amigo Ángel Rodríguez Sánchez, compañero de carrera y de avatares vitales paralelos: profesores de Enseñanza Media en Azpeitia (Guipúzcoa) (1970-1972); Alféreces de Complemento de la IPS en Monte la Reina (Zamora) (1970-1972), y profesores en el Colegio Universitario de la UEX. Desde la nada cacereña, como "paleomayos universitarios del 68", soñamos juntos alcanzar la utopía imposible de llegar a ser catedráticos de universidad.

Me cuesta hablar de mi curriculum o del “mecachis qué guapo soy”, pero allá va. Los esfuerzos docente e investigador de la década de los años 80 fueron muy duros, pero muy productivos: de 1975 a 1983, fui PNN y me doctoré en 1980; en diciembre de 1983 obtuve por macro-concurso público nacional, -celebrado en la Universidad de Alicante-, la plaza de Profesor Adjunto de Análisis Geográfico Regional de la UEX, y en 1987 en Cáceres la plaza de Catedrático de Análisis Geográfico Regional de la misma. En 7 años pasé de doctor a catedrático, algo impensable y difícilmente creíble en estos tiempos fraudulentos de la ANECA… Y la explicación estriba en que los alumnos de la promoción de Geografía e Historia (1965-1970) de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Salamanca tuvimos un plantel de profesorado de lujo[1], posiblemente el mejor de la rama de Geografía e Historia de todos los tiempos, que nos exigió trabajar de firme, nos formó como librepensadores en plena dictadura franquista y nos cualificó para un futuro académico prometedor en un contexto de gran oferta docente.


Patio del Colegio de los Irlandeses o de Fonseca, Universidad de Salamanca (1995). Conmemoración del 25 aniversario de nuestra promoción de Geografía e Historia (1970). De izquierda a derecha, D. Manuel Fernández; D. Ángel Cabo; D. José Luis Martín; D. Miguel Artola; D. José María Blázquez. Discípulos de primera generación y compañeros de segunda generación (Fortea, Peña, Campesino, José Luis Martín y Ángel Rodríguez).

A la docencia y creación del Departamento de Geografía de Cáceres desde la nada se unió en paralelo la dedicación investigadora. Ya había clarificado el interés temático en mi Memoria de Licenciatura “Coria: Estudio de Geografía Urbana”, dirigida por el Doctor D. Ángel Cabo Alonso y defendida en la Facultad de Filosofía y Letras de Salamanca en septiembre de 1974, como heredero directo de la Escuela de Geografía del maestro de geógrafos Manuel de Terán Álvarez, Catedrático de la Universidad Complutense de Madrid.

Un trabajo desconocido por no publicado, pese a mis fallidos intentos de hacerlo a través de la Obra Cultural de la entonces Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Cáceres, con el agravante del “extravío” del ejemplar original para su análisis. El argumento genial de la negativa fue que ‘Coria no interesaba nada en Cáceres’. Entonces pude refrendar el axioma de que todo trabajo de investigación inédito es invisible y no existe. 

No me supuso desembolso científico alguno el compartir los datos históricos -demográficos y económicos- de aquella investigación inédita con un historiador de la talla personal y científica del doctor Ángel Rodríguez Sánchez, que, además de su brillante magisterio como Catedrático de Historia Moderna de la UEX (1986-1989), tuvo crédito y compromiso para ser concejal socialista en el Ayuntamiento de Cáceres, antes de su retorno a la Universidad de Salamanca para ocupar la Cátedra de Historia Moderna (1990-1997), que dejó vacante su jefe D. Manuel Fernández Álvarez. Su fallecimiento prematuro en 2001 nos privó de una mente brillante, cerrando así el ciclo vital de la utopía soñada: Catedrático de Universidad y en Salamanca, su tierra.

Años después rescaté y saqué a la luz algunos contenidos demográficos[2] y económicos[3] de aquel primer trabajo investigador pionero de los estudios de Geografía Urbana en Extremadura. La desmembración del texto unitario me impidió acceder a los deseos de su publicación por la Corporación Municipal cauriense. Con ella colaboré desde 1995 a 2019, como representante de la Universidad de Extremadura (UEX) en la Comisión de Seguimiento del Plan Especial de Protección del Conjunto Histórico de Coria, uno de los seis vigentes que se gestionan en Extremadura de los 31 Conjuntos Históricos declarados, vergonzosamente ayunos de planeamiento. Harto de sufragarme de mi bolsillo los viajes a Coria, renuncié en 2019 a seguir representando a la UEX en dicha Comisión. También había hecho antes lo propio en 2012, como representante de la UEX en la Comisión del Plan Especial de Protección y Rehabilitación Arquitectónica de la Ciudad Cáceres (PEPRACC), a la que había pertenecido desde su creación en 1990, pero en este caso por expulsión de la alcaldesa bajo el peregrino argumento de que “ya llevaba demasiado tiempo en la Comisión”.

Seducido por el urbanismo y las arquitecturas cacereñas, invertí los mejores años de la añorada transición (1975-1980) en desentrañar la historia urbana de esta ciudad, objeto de mi Tesis Doctoral, Estructura y Paisaje Urbano de Cáceres, dirigida también por el doctor Cabo Alonso y defendida “cum laude” en el Aula Magna del Palacio de Anaya de la Universidad de Salamanca en octubre de 1980 ante un tribunal de lujo[4]Con un Doctorado en Geografía e Historia por la Universidad de Salamanca, que entonces imprimía carácter académico internacional, culminaban tres lustros de trayectoria formativa universitaria iniciada en sus aulas en octubre de 1965 y tutelada por un cuadro profesoral irrepetible.

A la Junta Directiva de la Delegación de Cáceres del Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura -integrada en 1981 por Diego Ariza Viguera (DEP), Luis González Jiménez, Fernando Hernández Mancha, Miguel Matas Cascos, Isidro Navarro Jiménez y Eleuterio Sánchez Vaca, profesionales de reconocido prestigio-, debo la gratitud impagable de su amistad, el reconocimiento del valor científico de la Tesis Doctoral, el mecenazgo de su impecable publicación, -maquetada por Roberto Turégano del COAM de Madrid-[5] la difusión en ámbitos profesionales de la arquitectura y del urbanismo nacionales e internacionales, absolutamente impensables para mi condición de Profesor Geógrafo No Numerario y, sobre todo, el haberme hecho un hueco en el Gabinete G-2 (Miguel Matas y Luis González), donde pude “placearme” en tareas de planeamiento urbanístico a todas las escalas.

Con estos y otros mimbres de Geografía Aplicada profesional[6] trabajé libre e independiente durante 43 años en el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura, a cuya construcción contribuí, sin sometimiento a cargo alguno ni a disciplina de partido, y sin haber solicitado jamás una baja por enfermedad, hasta que a los 70 años la Universidad de Extremadura me jubiló forzosamente el 31 de agosto de 2018, sin más honores que dos placas estándar: una generalista de metacrilato por los 25 años de servicio con el escudo de la empresa, y otra por jubilación en “Reconocimiento a mi entrega y dedicación a la Universidad de Extremadura”.

No obstante, este castellano viejo, engendrado en la Zamora duriense del Romancero, quiere dejar claro que debe a la Universidad de Extremadura y a Cáceres su trayectoria profesional de las cinco últimas décadas, lo que no sólo es justo admitir como bien nacido, sino necesario para evitar interpretaciones sesgadas a las fundamentaciones siempre críticas, pero propositivas, que formularé en mis memorias sobre las experiencias urbanísticas vividas durante los últimos 50 años en esta ciudad de Cáceres, que, al presente, sigue manteniéndose errante en su devenir, como los personajes de Luigi Pirandello, en busca de autor con liderazgo político, de proyecto estratégico y de planificación y gestión urbanística, patrimonial y turística. 

Advierto a los potenciales lectores que de esta futura exposición de experiencias urbanísticas, vividas con más sombras que luces, no se salva casi nadie...

Cáceres, 1 de octubre de 2025 

Antonio-José Campesino Fernández

 



[1] Profesores como: Ángel Cabo (Geografía); Ricardo Senabre (Lengua y Literatura); Marcelino Legido (Filosofía); Germán S. Ruipérez (Griego); Francisco Jordá (Prehistoria y Arqueología); José María Blázquez (Historia Antigua); José Luis Martín (Hª. Medieval); Manuel Fernández (Hª Moderna); Miguel Artola (Hª. Contemporánea); Rafael Laínez (Hª. del Arte), entre otros.

[2] Campesino Antonio-José. (1979): “Dinámica demográfica de un municipio rural cacereño: Coria (1850-1975), en AA. VV. Estudios dedicados a Carlos Callejo Serrano. Separata. Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, pp. 1-19.

 Campesino, Antonio-José (1995): “Evolución demográfica reciente (1960-1991) de una cabecera comarcal: Coria”. Alcántara. Revista del Seminario de Estudios Cacereños, nº 35, mayo-agosto. Separata. Institución Cultural ‘El Brocense’, Diputación Provincial de Cáceres, Cáceres, pp. 81-104.

[3] Campesino, Antonio-José. (2014): “Geografía Histórica de la Villa de Coria (Cáceres) en el Antiguo Régimen", en Olcina, Jorge y Rico, Antonio Manuel.  (Coords). Libro Jubilar en Homenaje al Profesor Antonio Gil Olcina. Autores. Instituto Interuniversitario de Geografía, Universidad de Alicante, Alicante, pp. 819-837.

[4] Tribunal de la Tesis Doctoral: Dr. Ángel Cabo Alonso; Dr. Eduardo Martínez de Pisón Stampa; Drª. Josefina Gómez Mendoza; Drª Luisa María Frutos Mejías, y Dr. Eugenio García Zarza.

[5] Campesino, Antonio-José. (1982): Estructura y paisaje urbano de Cáceres. Colegio Oficial de Arquitectos de Extremadura, Delegación de Cáceres, COAM, Madrid. 375 p.

[6] Lois, Rubén Camilo y Rullán, Onofre. (Eds.). (2019): Planificando desde la geografía profesional. Estudios en homenaje a Antonio-J. Campesino. Universidad de Santiago de Compostela, Grupo de Análise Territorial (ANTE), Santiago. 271 p.