domingo, 10 de septiembre de 2023

CAMPESINO, Antonio-José y CAMPOS, María Lourdes. (2020): "A Miguel Ángel Troitiño. In memoriam". Grupo de Geografía Urbana (GGU). https://www.ggu2015.com Asociación de Geógrafos Españoles, Madrid. 3 p. 



               A Miguel Ángel Troitiño Vinuesa. In memoriam

Nos dejó en plenitud de sabiduría y madurez geográfica, Miguel Ángel Troitiño Vinuesa, competente profesor, excelente compañero y mejor amigo.

Cuesta mucho hablar de él en pasado, estando aún tan presente, después de haber compartido juntos numerosas horas académicas y personales a lo largo de cuatro décadas. Razón por la cual queremos dedicar estas líneas a la memoria viva de Miguel Ángel, ensamblando su trayectoria académica y profesional con las nuestras, dados los paralelismos existentes.

Los tres fuimos universitarios de la generación del ‘68’ -que impregnaría nuestro compromiso con la acción y el carácter reivindicador futuro-, en las universidades Complutense de Madrid y Salamanca, donde optamos por ser geógrafos en la Escuela del maestro don Manuel de Terán Álvarez. Lourdes y Miguel Ángel tuvieron la impagable oportunidad de ser alumnos suyos, aunque en cursos distintos, y Antonio recibió indirectamente su influencia pedagógica, a través del magisterio del profesor Ángel Cabo Alonso, uno de sus discípulos predilectos.

En la mejor herencia teraniana, a todos nos sedujo la geografía urbana de los centros históricos, simbiosis perfecta de historia urbana, urbanismo, arquitecturas y patrimonio, que se materializó en las tesis doctorales de Miguel Ángel sobre Cuenca (1979) y de Antonio sobre Cáceres (1980), mientras que Lourdes optó, en principio, por la Sismicidad y los Tsunamis del litoral sudoccidental español, también defendida en la Complutense (1989), para centrar luego su quehacer investigador sobre la ciudad de Toledo.

A comienzos de los años ochenta habíamos definido nuestros destinos académicos. Miguel Ángel, en la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense, Lourdes, en el Centro Universitario de Toledo, adscrito a la Complutense, y Antonio en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Extremadura en Cáceres. Aprovechamos bien esta fecunda década para conseguir nuestra consolidación académica, primero como profesores adjuntos de AGR (Antonio, 1983), de Geografía Humana (Miguel Ángel, 1984), y rematarla después como catedráticos de las áreas respectivas (Antonio, 1987), (Miguel Ángel, 1991), y Lourdes como Profesora Titular de AGR (1992) del entonces Centro Superior de Humanidades, del que fue directora de 1995 a 1999, y decana de la nueva Facultad de Humanidades de Toledo de 1999 a 2004.

La constitución definitiva del Grupo de Geografía Urbana (GGU), realizada en Sevilla el 1 de octubre de 1993, al elegir una Junta Directiva conformada por tres miembros: Antonio Campesino (Presidente), Miguel Ángel Troitiño (Vicepresidente-Tesorero) y Lourdes Campos (Secretaria), nos permitió unir destinos de nuevo. Consolidamos la puesta en marcha del GGU, mediante la organización del I Coloquio de Geografía Urbana, realizado en la sede de la UIMP en Cuenca (1994), bajo el patrocinio de la Universidad de Castilla-La Mancha, cuyas ponencias, comunicaciones y debates recogimos en el libro fundacional (1995): Las ciudades españolas a finales del siglo XX (1995). Miguel Ángel trabajó intensamente en la Junta Directiva hasta 1996, cuando la vicepresidencia fue ocupada por Rafael Mas Hernández, profesor Titular de la Universidad Autónoma de Madrid, otro grande de la geografía urbana española, prematuramente desaparecido.

Pertenecimos todos a la Asociación Española de Expertos Científicos en Turismo (AECIT), para la que emitimos informes anuales, de 1994 a 2014, sobre Coyuntura Turística Regional de Madrid, Castilla La Mancha y Extremadura, y Turismo Urbano y Cultural.

A mediados de los años ochenta, la crisis urbana precipitó el debate sobre la geografía aplicada y la práctica profesional del geógrafo, que Miguel Ángel lideró junto a las reivindicaciones de participación de los geógrafos en el planeamiento, general y especial, y en la planificación territorial. No concebía docencia e investigación sin práctica profesional, pero para llegar a competir en el mercado clasista y privatizado de arquitectos e ingenieros, debíamos superar nuestras deficiencias formativas, especializar nuestros planes de estudio, producir investigación de calidad y contar con el respaldo del Colegio Profesional de Geógrafos. Previamente, teníamos que reconocer con ironía socrática nuestras limitaciones formativas, atrevernos a enfrentar la resistencia académica de nuestros mayores y superar nuestra incapacidad para demostrar a las otras comunidades científicas y técnicas, comprometidas profesionalmente con la transformación del territorio, la imperiosa necesidad de contar con los resultados teóricos y las aplicaciones prácticas de la investigación geográfica.

Miguel Ángel fue materializando aquellas utopías y nosotros seguimos sus pasos pioneros en cuatro líneas de investigación: urbanismo de centros históricos; patrimonio cultural; planeamiento especial de protección, y turismo cultural en ciudades del Patrimonio Mundial.

La autoridad investigadora de Miguel Ángel quedó plasmada en su obra Cascos antiguos y centros históricos: problemas, políticas y dinámicas urbanas (1992), de lectura obligada en una coyuntura de boom urbanístico especulativo y desarme morfológico y funcional de las ciudades históricas. Su compromiso crítico se plasmó en las preocupaciones por las dinámicas sociales urbanas, la devolución de la multifuncionalidad a los centros históricos, y el urbanismo cultural, para que pudieran asumir los retos de futuro como destinos turísticos, aunque, por experiencia propia, conocía perfectamente las dificultades existentes para arbitrar políticas urbanas de rehabilitación integrada desde 1982.

Entendió el patrimonio como recurso estratégico y producto turístico. Miguel Ángel formó parte, junto con Antonio, de la Junta Directiva del Comité Nacional Español de ICOMOS, entre 2004 y 2010, donde tuvieron que enfrentar intervenciones arquitectónicas muy problemáticas en Toledo, Cuenca, Ávila, La Laguna, Cáceres…, como atestiguan sus informes emitidos, no exentos de tensiones con las corporaciones municipales y con el propio ICOMOS. Y asesoró al Instituto del Patrimonio Cultural de España, y al Andaluz del Patrimonio Histórico, entre otros.

El reconocimiento por los arquitectos de sus capacidades profesionales, como corredactor de planeamiento, y su relevancia como profesor de la UCM, le permitieron intervenir de pleno derecho en el Plan Especial de Protección y Regulación de Recursos del Medio Físico del Área de Gredos (1986), y en los P. E. de Protección del Patrimonio de Cuenca, con la redacción de su decisivo expediente para la declaración de P.M. (1996), del conjunto monumental Alhambra-Alijares (1999), de León, y de Zamora (2000), donde Antonio le proporcionó la información disponible sobre su ciudad natal…, como dejó acreditado en sus publicaciones.

Su inteligencia natural serrana y su capacidad de reciclaje permitieron al Miguel Ángel maduro y curtido transitar hasta el turismo cultural en Ciudades del P. M. Le preocupaban especialmente los impactos socioculturales y funcionales del turismo, movilidad, masificación superación del umbral de carga, gestión de flujos, innovación, interpretación, planificación, gestión y desarrollo turístico sostenible. El Estudio sobre turismo y desarrollo sostenible en las ciudades históricas con patrimonio arquitectónico y monumental para TURESPAÑA (1996) anticipó la creación del Grupo de Investigación de “Turismo, Patrimonio y Desarrollo” (1999) con brillantes resultados hasta el presente, por su destacada proyección peninsular e iberoamericana. Sus integrantes acaban de dejar por escrito su orfandad y su empeño por mantener, sin el maestro, idénticas cotas de calidad y compromiso investigador.

Miguel Ángel siempre respondió de forma entusiasta a las múltiples demandas que le hicimos para presidir tribunales de tesis doctorales de geógrafos y arquitectos en Cáceres y en Toledo (tribunales de DEA), y dictar ponencias en congresos, jornadas técnicas y debates, donde su dilatada experiencia aplicada, su mundo viajero y sus continuas notas tomadas en sus cuadernos de trabajo, mostraban con brillantez su razonamiento argumental y discursivo, tan sereno como crítico y reivindicador.

Por encima de todo, como valor sin precio, queremos destacar su calidad humana, disponibilidad, proximidad, bonhomía, grandeza y sencillez de excelente compañero y mejor amigo. Así le queríamos y así queremos seguir teniéndote presente con vosotras: Maribel, Isa y Libertad.

            Antonio-José Campesino y Lourdes Campos

12 de mayo de 2020


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