martes, 12 de diciembre de 2023

EL AGUA, BIEN PATRIMONIAL (ESCASO) EN LA CIUDAD DE CÁCERES

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(Continuación)

Durante la primera mitad del siglo XX, el abastecimiento de agua a Cáceres continuó siendo el principal problema heredado, insoluble.

El número de fuentes y su caudal permanecieron inalterables[18], mientras se multiplicó la demanda poblacional en progresión geométrica[19], porque la población pasó de los 16.933 habitantes de 1900 a los 45.429 de 1950, con crecimiento neto del (168%).

La Sociedad de Aguas Potables de Cáceres, que suministraba a la ciudad desde los pozos de las minas de Aldea Moret, a 1,20 ptas./m3, era un modelo de pésimo funcionamiento. Asimismo, se denunciaban los abusos que cometían en las fuentes públicas los poseedores de medios de acarreo y almacenamiento. Y en cada primavera se reproducía una época de suplicio y privaciones con notable deterioro de la higiene personal y ambiental, por presencia endémica del tifus y la colibacilosis, con sobremoratalidad general y, sobre todo infantil, que obligaban a hervir el agua para el consumo doméstico.

En 1914, nadie se había preocupado de alumbrar nuevos veneros de agua y la escasez se hacía agobiante para más de 18.000 ciudadanos, obligando al cierre de varias industrias de la Ribera del Marco.

Ante los graves hechos consumados el Ayuntamiento iniciará una loca carrera de proyectos y soluciones contradictorias, a saber:


·   Primer proyecto, encargado a Leandro Pérez-Cossío, el 12 de junio de 1914 para el intento de captaciones de aguas subterráneas en la parte norte de la Sierra de la Montaña y en las minas de Valdeflores. El resultado fue negativo y se abandonó, cuando el eminente geólogo, geógrafo e historiador Eduardo Hernández-Pacheco y Estevan, en carta a la alcaldía manifestó su docta opinión contraria al proyecto, proponiendo como alternativa la captación por un pozo de 15 a 20 m de profundidad, ofreciéndose, de forma desinteresada, a su estudio sobre el terreno[20]. En vista de ello, se pensó ampliar el radio de búsqueda hasta la Sierra de San Pedro, Casas de Millán y Montánchez.

 

·  Segundo proyecto, encargado al Ingeniero de Caminos Pedro García Faria, el 22 de junio de 1917, para la búsqueda de agua en la Sierra de Montánchez, desechado en 1918 por carencia de caudal suficiente, pese a que el responsable del mismo auguraba un caudal de 150 lts./hab,/día.


·  Tercer proyecto, encargado a Julián Solano Gurruchaga, por precio de 20.000 ptas. el 9 de julio de 1920, sin operatividad alguna. La situación en la década de los años 20 es ya desesperada, pues para los 23.563 habitantes se precisaban 600 m3 diarios y los pensamientos apocalípticos se reprodujeron en el sentido de temer la pérdida de la capitalidad por falta de agua. En tal situación, el Ayuntamiento acordó por unanimidad la incautación de la red, agua, enseres, distribución y maquinaria de la Compañía de Aguas de Cáceres en 1920, culpándola de ser responsable de la situación por no haber repuesto las bombas de suministro.


·  Cuarto proyecto, encargado de nuevo a Pedro García Faria, que insistió en traer el agua desde la Sierra de Montánchez, en este caso apoyándose en el Real Decreto de 30 de marzo de 1926, del Ministerio de la Gobernación. Después de tan reiteradas filigranas, que precisaban expropiar 893 ha en el término de Montánchez, no parecía haber agua suficiente y el montante de toda la obra por 4.486.432,79 ptas. escapaba con mucho a las posibilidades presupuestarias del Ayuntamiento de Cáceres.

Mientras se producían estas elucubraciones, alguien más técnico y práctico, decidió seguir las indicaciones del profesor Hernández-Pacheco y realizó un pozo en el Sitio de los Regajos, a 1 km al oeste de la población, a una profundidad de 10 m, que proporcionó un caudal de 63.892 lts./día. Se construyó un depósito y se llevaron dos tomas a la población, una a la Plazuela de la Concepción y la otra a la Calle de Godoy. En esta ocasión, tampoco hubo suerte con la potabilidad del agua por su excesivo contenido de óxido de hierro.

Incapaces los gestores urbanos municipales de dar solución al problema, retornaron al abastecimiento de agua del Calerizo, tras treinta años de inútiles planteamientos.

Fig. 2. Geología de “El Calerizo” de Cáceres

Fuente: Juan Gil Montes (2009)[21].



[18] Fuente del Rey; Fuente Concejo; Fuente Fría (XV); Fuente Rocha; Fuente del Piojo; Aguas Vivas; Hinche (Sierrilla); Fuente de la Concepción (avenada desde el depósito del Paseo Alto)... 

[19] Dinámica poblacional de Cáceres: 16.933 (1900); 17.910 (1910); 23.563 (1920); 25.869 (1930); 39.392 (1940); 45.4239 (1950).

[20] Archivo Municipal de Cáceres. Libros de Acuerdos Municipales. Sesión de 9 de octubre de 1914. (Ref. 202-294).

[21] Gil, J. (209): “Geología de “El Calerizo” de Cáceres”. Estudios de Geoarqueología en Extremadura. Blog de Juan Gil Montes. Cáceres. https://jugimo.blogspot.com/2009/06/geologia-de-el-calerizo-de-caceres.html

 

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