lunes, 23 de octubre de 2023

LOS APARTAMENTOS TURÍSTICOS EN LA CIUDAD DE CÁCERES: REHABILITACIÓN Y REFUNCIONALIZACIÓN DEL CONJUNTO HISTÓRICO.

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3.4.4. Impactos negativos ¿Gentrificación?

El crecimiento del número de apartamentos en Cáceres ha suscitado un falso e indocumentado debate por parte de la plataforma “Gentrificación Cáceres”, sobre los efectos de la presunta “gentrificación”, término acuñado en 1964 por la socióloga Ruth Glass para referirse a diferentes transformaciones producidas en el espacio urbano con desplazamiento de una parte de la población[20] y que los geógrafos urbanos españoles definimos como “proceso urbano de recualificación socio-espacial y mejora de áreas residenciales degradadas, en las que las viviendas de las clases trabajadoras son ocupadas por profesionales (gente acomodada o gentry, burgueses o bohemios) que buscan un ambiente diferente para vivir. 

Ello supone: a) cambio en la composición social por llegada de nuevos residentes de mayor renta y, en algunos casos desplazamiento de residentes antiguos; b) mejora o renovación en la vivienda; c) incremento del precio de la vivienda, y d) mayor diferenciación de niveles de rentas entre los residentes”[21].

El concepto de gentrificación ha sido objeto de diferentes enfoques, teniendo en cuenta que el término envuelve distintas perspectivas y está inmerso en diferentes debates: gentrificación residencial y migración trasnacional, gentrificación turística, gentrificación productiva y comercial, gentrificación simbólica y producción cultural, nuevas geografías de la gentrificación (gentrificación provincial y rural) y resistencia a la gentrificación[22].

Evidentemente, y teniendo en cuenta los contenidos de este artículo, interesa la gentrificación por motivaciones turísticas. Según (Hiernaux y González, 2014)[23] para entender la relación entre el turismo y la gentrificación “fue necesario, en un primer momento, replantear lo que es y no es el turismo urbano”. En este sentido, los mismos autores señalan la estrecha relación que existe entre el turismo urbano y los espacios centrales de las ciudades, en los que se localizan los conjuntos históricos y sobre los que ha recaído una intensa transformación como consecuencia del turismo. Son estos espacios de las grandes urbes turísticas los que soportan el proceso de la gentrificación y han generado la activación de movimientos sociales urbanos que tienen su importancia de cara a la consecución de cambios[24].

Cabe la pregunta de si lo que viene ocurriendo en Cáceres, en relación con el crecimiento de la oferta de apartamentos, puede estar produciendo alguno de los efectos negativos antedichos de la gentrificación: masiva llegada de turistas; tensiones con residentes; encarecimiento del precio de la vivienda (venta y alquiler); desahucios y consecuentes desplazamientos de pobladores a las periferias, y modificación de la estructura comercial tradicional de los barrios centrales.

La respuesta es que, a día de hoy, la proliferación de apartamentos turísticos en Cáceres no genera gentrificación, ni es un problema a corto plazo, por cuanto: no hay llegada masiva de turistas (268.894 turistas alojados y 451.116 pernoctaciones en 2017, según INE y más de 600.000 visitantes, según Ayuntamiento), ni crecerá hasta que no se produzca la llegada del Tren de Velocidad Alta ¿2030…?; no existen tensiones con los escasos residentes del Conjunto Histórico (5.971), de los cuales (344) vivían en el Casco Antiguo, a 1 de enero de 2019, dado que los problemas de rechazo social son endógenos, en calles como Pizarro, por ruido de los bares de copas y consumo en la vía pública, que podrían agravarse si se conjuga el binomio bares de copas en zonas saturadas y apartamentos turísticos; no se constata una revolución de la estructura comercial del Conjunto Histórico, porque la crisis económica, los elevados precios de los arrendamientos de locales, la presión fiscal agobiante sobre los autónomos, las grandes superficies, las franquicias y la venta online son los responsables del cierre de negocios y del abandono inmobiliario de gran parte de los 430 locales comerciales censados, y no el despegue de los (A.T.).

No obstante, hay que permanecer atentos para que se mantenga el necesario equilibrio entre usos y funciones, ante la certeza de que las ciudades son dinámicas y complejas por definición[25]. Los apartamentos turísticos de la ciudad de Cáceres Cuadernos Geográficos 59(3), 238-263

La progresión geométrica de los (A.T.) en Cáceres es hoy la única oportunidad estratégica de rehabilitación del cuantioso parque de inmuebles e infraviviendas, cerradas desde hace décadas, abandonadas por sus propietarios y ruinosas. Asimismo, si bien la presencia de turistas no es una fórmula de repoblación social para estabilizar la despoblación (de 5.941 residentes en 2010 a 5.971 en 2019), la presencia de turistas nacionales y extranjeros en el Conjunto Histórico es una terapia paliativa de revitalización, porque dinamiza comercio y servicios, genera empleos y produce movilidad laboral en barrios mortecinos.

Frente a las inversiones exógenas y opacas de pisos y apartamentos turísticos en centros históricos metropolitanos, la Asociación de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Cáceres constata que la inversión rehabilitadora sobre las viviendas vacías y muy deterioradas para su conversión en (A.T.) es dominantemente localista y familiar, al ser particulares los propietarios que están promoviéndola, con limitado interés, por el momento, de las empresas especulativas de capital foráneo.

En una ciudad carente de proyectos en los ocho últimos años, a la ciudad y al Conjunto Histórico les viene de perlas el impulso turístico generado por emprendedores privados, pese a las enormes dificultades burocráticas (de ventanilla en ventanilla) derivadas de la rigidez normativa del PEPRPACC, cuya flexibilización reclaman a los redactores del nuevo P. E. y Plan de Gestión. Los vecinos que tienen (A.T.) están obteniendo ingresos, y otra cosa es que los beneficios del turismo se trasladen por ósmosis al vecindario del barrio ‘aburguesado’, como exigen los plataformistas del anti-todo con su nuevo vocablo de ‘vecinificar’.

A nadie se le oculta que, de cuajar la operación rehabilitadora del Palacio de Godoy para su conversión en hotel de cinco estrellas, el precio del suelo y de los alquileres en el entorno de la Plaza de Santiago (que tendrá que ser urbanísticamente remodelada para asumir las demandas turísticas de calidad) crecerán por inevitable mejora de la renta de situación y de la cualificación urbana.



[20] Less, L.; Slater. T. y Wyly, E. (2007): Gentrification. Routledge, 310. London.

[21] López, L. (2010). Diccionario de términos sobre la ciudad y lo urbano. Editorial Biblioteca Nueva, Madrid. 201 p.

[22] Janoschka, M.; Sequera, J. y Salinas, L. (2014): “Gentrificación en España y América Latina. Un diálogo crítico”. Revista Norte Grande, 58, Santiago de Chile, pp. 7-40.

[23] Hiernaux, D. y González, C. I. (2014): “Turismo y gentrificación: pistas teóricas sobre una articulación”. Revista de Geografía Norte Grande, 58. Santiago de Chile, pp. 55-70.

[24] Mansilla, J. A. (2018): “Vecinos en peligro de extinción. Turismo urbano, movimientos sociales y exclusión socioespacial en Barcelona”. Pasos, revista de turismo y patrimonio cultural, Vol. 16, N.º 2. Universidad de La Laguna, La Laguna, pp. 279-296.

[25] Crespi, M. y Mascarilla, O. (2018): “La transformación y gentrificación turística del espacio urbano. El caso de la Barceloneta (Barcelona)”. Eure, Vol. 44, Nº 133. Santiago de Chile, pp. 51-70.


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